Referencia: 300069325
El estuche Twilly d'Hermès se compone de Eau de Parfum (perfume de 50 ml), Eau de Parfum (miniatura de 7,5 ml) y leche hidratante para el cuerpo (40 ml).
«Pensando en las jóvenes, viéndolas vivir, compuse Twilly d’Hermès. Son libres, intrépidas, traviesas e irreverentes, están conectadas, llevan la contraria a las expectativas, juegan contra el viento, imponen su propio ritmo, inventan una cadencia nunca antes vista». Christine Nagel
Con esta inspiración, Christine Nagel créo Twilly d’Hermès. Jengibre, tuberosa y sándalo se modifican para convertirse en calor que quema, provocación que trastorna, carnalidad que desvela. A modo de capricho final, un lazo de seda anudado a mano delinea con picardía el frasco. Cada lazo de seda es único.
El estuche Twilly d'Hermès se compone de Eau de Parfum (perfume de 50 ml), Eau de Parfum (miniatura de 7,5 ml) y leche hidratante para el cuerpo (40 ml).
«Pensando en las jóvenes, viéndolas vivir, compuse Twilly d’Hermès. Son libres, intrépidas, traviesas e irreverentes, están conectadas, llevan la contraria a las expectativas, juegan contra el viento, imponen su propio ritmo, inventan una cadencia nunca antes vista». Christine Nagel
Con esta inspiración, Christine Nagel créo Twilly d’Hermès. Jengibre, tuberosa y sándalo se modifican para convertirse en calor que quema, provocación que trastorna, carnalidad que desvela. A modo de capricho final, un lazo de seda anudado a mano delinea con picardía el frasco. Cada lazo de seda es único.
Ficha técnica
El estuche Twilly d'Hermès se compone de Eau de Parfum (perfume de 50 ml), Eau de Parfum (miniatura de 7,5 ml) y leche hidratante para el cuerpo (40 ml).
«Pensando en las jóvenes, viéndolas vivir, compuse Twilly d’Hermès. Son libres, intrépidas, traviesas e irreverentes, están conectadas, llevan la contraria a las expectativas, juegan contra el viento, imponen su propio ritmo, inventan una cadencia nunca antes vista». Christine Nagel
Con esta inspiración, Christine Nagel créo Twilly d’Hermès. Jengibre, tuberosa y sándalo se modifican para convertirse en calor que quema, provocación que trastorna, carnalidad que desvela. A modo de capricho final, un lazo de seda anudado a mano delinea con picardía el frasco. Cada lazo de seda es único.
Alborea un nuevo día, cenital y paradójico. La gardenia, un ramo de flores concentrado en una flor, aúna el perfume de la rosa, el nardo y el jazmín. «Quería expresar con flores, y solo con flores, la esencia de la feminidad». Jean-Claude Ellena ¡La feminidad convertida en perfume! Jour d’Hermès, celebración del nacimiento y renacimiento de la mujer, ilumina cada día la belleza de lo femenino preservando, al mismo tiempo, el misterio de cada mujer. Es una profusión de ramos de flores. Del alba al crepúsculo, este es un perfume floral que abraza, acaricia y se esparce.
