L'Air du Temps Eau de Toilette

Conectando con los orígenes de Nina, una manzana caramelizada que ya se ha convertido en un emblema, Nina Ricci crea hoy Nina Rouge: una eau de toilette que hace del color rojo el símbolo de un encantamiento alegre y espontáneo. Y que le da mayor protagonismo a una faceta gustativa audaz. ¿Cómo resistirse? La fragancia, floral gustativa, se abre con una faceta afrutada que fusiona una jugosa frambuesa con la piel de cidra fresca. Sigue un bouquet floral muy femenino y vibrante donde se fusionan la gardenia con la flor del jengibre. Finalmente, la vainilla Bourbon y el caramelo crujiente le dan a Nina Rouge su sello gustativo único. Así es la fórmula mágica de esta fragancia alegre y deliciosamente adictiva.

Descubre la nueva intensidad de Nina con Nina Le Parfum, la última fragancia limpia y vegana de Nina Ricci. Un perfume femenino que te incita a seguir tu instinto.

Revestido con un rosa vibrante, Nina Le Parfum te invita a que te arriesgues sumergiéndote en su hipnótica fragancia. Deja que te sorprenda la mezcla de manzanas jugosas con la elegancia de flores blancas y la calidez de las maderas de ámbar. Con sus notas florales, amaderadas y afrutadas, esta sorprendente fragancia te incitará a descubrir una nueva intensidad y a seguir tu instinto.

Eau d´Hadrien es el perfume universal inspirado en el paisaje de la Toscana. Es la expresión del amor de Annick Goutal por Italia. Una fragancia sutil y fresca al mismo tiempo. Atemporal y universal, para mujer y hombre, para cualquier edad y estación.

La frescura de una escapada. Un perfume natural, fresco y espontáneo inspirado en un momento refrescante de evasión y contacto con la naturaleza. Ô de Lancôme es un perfume floral-afrutado en el que destaca su trío de madreselva, jazmín y limón. Una pura sensación de miles de gotas de frescura sobre tu piel. Para mujeres que buscan una frescura sin fin. Una mujer natural y espontánea que aprecia los momentos tranquilos de frescura, inspirados en las tardes de verano de la Riviera Francesa. El frasco simboliza el agua que corre, atrapada para siempre en el cristal.