Anais Anais Desodorante de Mujer 150 ml

LouLou de Cacharel es un Eau de Parfum para mujer perteneciente a la familia Oriental Floral. Se trata de un perfume cargado de sensualidad y con potentes matices florales, que nos permite trasladarnos a un mundo paralelo dónde podemos dejar volar imaginación, ya que, en él, no existen reglas ni restricciones. Su intensa pirámide olfativa, inicia con notas como mimosa, ciruela, madera del árbol chino de la canela, violeta, y anís, llenas de contrastes y desbaratando la clásica pirámide iniciada con notas frescas. Su corazón es un denso bouquet floral, compuesto por nardos, flor de azahar del naranjo, raíz de lirio, heliotropo y ylang-ylang, una fusión cargada de sensualidad.

Noa de Cacharel es un Eau de Toilette para mujer perteneciente a la familia Floral Amaderada. Ésta es una gran transmisora de paz y serenidad Noa es una gran embajadora de los olores limpios, aromas suaves y delicados que nos abrazan con ternura y nos sumergen en un mundo lleno de bienestar y algún que otro matiz espiritual. Su pirámide olfativa inicia con notas muy suaves, como ciruela, fresia, durazno, peonía y almizcle blanco, que crean una sensación de cercanía y confianza. Seguidamente, podemos apreciar un corazón con hierba verde fusionada con notas florales, la cual produce un increíble aroma jabonoso, como ropa recién lavada, un aroma limpio embriagador. Su final, adopta un sutil tono cálido, con notas como vainilla, café, e incienso.

Sus notas de salida ofrecen un primer instante de frescura y vitalidad, una tonalidad luminosa a base de notas de mandarina, durazno, bergamota y limón. Pasados unos minutos, esta fragancia en contacto con la piel, abre su corazón de gran silueta floral, un bouquet lleno de guiños sorprendentes donde los aromas de las mimosas, nenúfares y flor de loto, te transportan a un paraíso floral mágico, delicado e impresionista. Esta fragancia ofrece un final exótico y envolvente, de sensuales notas de pachulí, sándalo y dulces destellos de haba tonka ROMÁNTICA y ETERNA. Porque el amor nunca pasa de moda, esta fragancia recrea un escenario onírico sin precedentes, que acaricia y embellece la piel con gran sutileza, elegancia y sensualidad.

Inocente, pura, sensual, joven, ligera, fresca y delicada: Anaïs Anaïs Premier Délice es el nuevo despertar de Cacharel. Propone una ráfaga cálida, una brisa delicada y un revoloteo de miles de mariposas impalpables alrededor del perfecto coctel compuesto por frutas y flores blancas.

Eau du Sud conserva todo el frescor de las fragancias frescas clásicas.

Black XS, xs-cesivamente salvaje. Trasgresora y auténtica. Una inyección de insolencia y provocación. Un aura de viribilidad y transgresión. Una fragancia oriental amaderada que mezcla el contraste entre la refrescante acidez del limón y la dulzura golosa del praliné empapado en pachulí.

Chloé Eau de Parfum captura la individualidad creativa y segura de sí misma de la mujer Chloé. Una fragancia fresca y femenina hecha para un espíritu libre con un sentido completamente innato de elegancia.

Boucheron se reinventa gracias a Boucheron Fleurs, la extraordinaria fragancia floral amaderada es ahora completamente diferente. La fragancia expresa las notas cautivadoras tan características de los perfumes de Boucheron, siendo más espontánea y apasionada. Sus notas de salida traen los tonos picantes de la mandarina y el limón. En su corazón encontramos la pureza e infusión de la flores de naranjo y de frangipani, mientras que en el fondo brilla el resplandor dorado de la vainilla. Los ingredientes se fijan en la fragancia como joyas, como un ramo de las materias primas más preciosas. Su frasco tiene un nuevo color azul celeste que te cautivará por su carácter moderno y etéreo.

Classique, un símbolo de seducción y sensualidad extrema. El icónico frasco en forma de torso con su corsé, la pieza más emblemática del vestuario de Jean Paul Gaultier.Una fragancia femenina multifacética para mujeres con carácter. Un recuerdo de la infancia que se convirtió en una femme fatale. Este Eau de Toilette ofrece la irresistible suavidad de la flor de azahar combinada con la potencia afrodisíaca del jengibre. El aroma del polvo de arroz, recuerdo de su infancia, reinterpretado con el poder de una sensual caricia de vainilla.